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Reportaje

Hace 82 años se colocó la primera piedra de La Rosaleda

Tal día como hoy, un 21 de junio de 1936, La Rosaleda daba su primer paso para la construcción de un estadio que se ha convertido en el templo de todos los malaguistas.

Desde inicios de la década de 1930 se buscaba en Málaga una ubicación para la construcción de un nuevo estadio. En aquella época, el principal recinto futbolístico de la ciudad se hallaba en los Baños del Carmen, pero las reducidas dimensiones del mismo y el contratiempo de jugar literalmente junto al mar provocó esa búsqueda.

El 7 de mayo de 1935, tras la compra de unos terrenos en la entonces llamada parcela de Martiricos, se creó la comisión de la construcción de la Rosaleda, formándose el Comité Pro-Estadio. En enero de 1936 se presentaba la maqueta del campo, obra de los arquitectos Enrique Atencia Molina y Fernando Guerrero-Strachan Rosado.

Este nuevo estadio iba a contar con unas dimensiones de 105x70 metros y una capacidad de 16.000 espectadores. Finalmente, el 21 de junio de 1936 fue la fecha elegida para la colocación de la primera piedra. Desde mucho antes de las 7 de la tarde, hora fijada para el acto, cientos de personas se agolparon en Martiricos para poder presenciar el acto.

A esa hora, comenzaron a llegar las autoridades tanto civiles como militares. Fueron recibidos por los directivos del CD Malacitano y por los miembros del Comité Pro-Estadio con José Atencia Molina, presidente del Comité, a la cabeza. Una vez recibidos las autoridades y demás miembros del mismo, así como los arquitectos del proyecto, daba comienzo el acto.

Hicieron uso de la palabra Rafael Manín Tornero, aficionado malagueñista, José Atencia Molina y Eugenio Entrambasaguas Caracuel, alcalde de la ciudad. Una vez acabado los discursos, el alcalde echó la primera paletada, procediéndose a la colocación de la primera piedra, la cual contenía un acta firmada que decía:

“En la ciudad de Málaga, los abajo firmantes, autoridades y representaciones de las fuerzas vivas de Málaga, comité pro-estadio, directiva del Malacitano y Prensa, dan fe de la colocación de la primera piedra del estadio de Martiricos, Málaga 21 de junio de 1936”.

Una vez finalizado el acto, las autoridades y los invitados se trasladaron a la caseta del Ayuntamiento ubicado en el recinto ferial de Martiricos. Menos de un mes después, comenzaba la Guerra Civil provocando la paralización de las obras, las cuales no se retomarían hasta inicios de 1940, modificándose el proyecto original.

Habría que esperar al 14 de abril de 1941 para que La Rosaleda, con capacidad para 8.000 espectadores, acogiese su primer partido, ante la AD Ferroviaria, partido que se jugó a contratiempo debido a los destrozos ocasionados por un temporal de levante en el campo de los Baños del Carmen. Y, finalmente, el 14 de septiembre de ese mismo año se celebraba el partido de inauguración oficial ante el Sevilla FC.