El Málaga visitaba Balaídos en su último encuentro lejos de casa en LaLiga 15/16. Una plaza complicada con los vigueses jugándose el quinto puesto y la dificultad añadida de la lluvia que estuvo presente durante el partido. La presencia del presidente del club, el Sheikh Abdullah Al Thani, y sus hijos y miembros del consejo Nasser y Nayef en el palco fue otra de las imágenes de este desplazamiento en tierras gallegas.
El encuentro comenzó con un ritmo lento que fue in crescendo a lo largo de los 90 minutos. Los celtiñas golpearon primero con un gol de Nolito en el 30’ tras una pared en la frontal con Orellana.
En el tramo final del primer tiempo se animó el Málaga y Recio tuvo dos buenas oportunidades de falta directa, que fueron desbaratadas por el guardameta Rubén y la defensa. Posteriormente, pudo aumentar las distancias Nolito pero Ochoa estuvo enorme y se llegó al descanso con el 1-0 a favor de los locales.
En los segundos 45 minutos el partido se abrió más y nada más salir de la caseta Camacho tuvo una gran ocasión para empatar. Su remate en el área chica se encontró de nuevo con el portero del Celta. La velocidad del partido aumentó con los malaguistas volcados en ataque lo que dejaba peligrosos espacios para la contra celeste.
De esta forma llegó un mano a mano de Iago Aspas ante Ochoa donde otra vez emergió la figura del portero mexicano, que desvió con la punta de los dedos una vaselina endiablada.
Javi Gracia no pudo terminar el partido en el banquillo puesto que fue expulsado tras unas protestas y tuvo que seguir el desenlace del encuentro desde el vestuario.
El Málaga seguía intentándolo con un Atsu muy activo y, en los instantes finales, fue Duda el que pudo igualar en un remate de falta con su mágica zurda que se marchó besando el palo por fuera.
Los blanquiazules, que vistieron en esta ocasión de morado, no pudieron puntuar pero continúan octavos en la tabla y con ganas de despedir bien el año en la última jornada de LaLiga ante Las Palmas en La Rosaleda.
