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Reportaje

2004/05-2010/11: Dos historias con sabor a remontada

A mitad de la temporada 2004/05 el Málaga CF se encontraba en una situación muy difícil en la tabla de Primera División. En el recién finalizado ejercicio 2010/11 el equipo también se hallaba inmerso en una crisis de resultados que le impedía salir de los

En ambas campañas se destituyó a los técnicos que iniciaron el campeonato y se incorporaron varios jugadores en el mercado invernal. Se realizaron números de récord del Club en sendas segundas vueltas ligueras, con dos estiletes goleadores nacidos en Brasil con estilos distintos pero una calidad indiscutible: Fernando Baiano y Julio Baptista, símbolos de dos remontadas sensacionales con curiosos paralelismos que permanecerán en la memoria del malaguismo para siempre.

Temporadas 2004/05 y 2010/11
Tanto Gregorio Manzano como Jesualdo Ferreira comenzaron un proyecto deportivo en el que las sensaciones iniciales fueron buenas, pero poco a poco los resultados negativos minaon la moral del equipo precipitándose la destitución de ambos entrenadores. Por un lado, el técnico jiennense tenía la difícil misión de mantener la buena línea de la 2003/04 con Juande Ramos en el banquillo, coleando aún la reciente y brillante época gloriosa de Joaquín Peiró al frente del mejor Málaga de la historia. Por otro, el luso asumía plenos poderes deportivos en la nueva e ilusionante etapa del Club con Sheikh Al-Thani como flamante propietario de la entidad malaguista.
 
Casualmente, tanto el Málaga de Manzano como el de Ferreira arrancaron de modo satisfactorio la Liga. El primero rindió mejor en La Rosaleda llegando incluso a 'tontear' en las primeras jornadas con puestos de Champions, tras ganar al Numancia por 4-1 el día de los golazos de Miguel Ángel, Wanchope y José Juan Luque; y vencer a Osasuna con sobriedad en Martiricos por 2-0. Mientras, el Málaga 10/11 empezó como un torbellino fuera de casa con la asombrosa victoria en Zaragoza (3-5), con cinco goles en apenas 35 minutos, y el sólido triunfo en Getafe por 0-2.
 
Sin embargo, ambos 'Málagas' fueron a menos conforme avanzaba la competición. Ni física ni futbolísticamente el rendimiento inicial del conjunto se mantuvo, si bien en el caso de la campaña 2004/05 el cese de Manzano se prorrogó hasta prácticamente el final de la primera vuelta. Ferreira, cuyo arriesgado esquema 1-4-3-3 no acabó de cuajar, fue destituido con más antelación. La casualidad quiso que la Real Sociedad, en La Rosaleda, fuera el detonante del cambio de rumbo en los banquillos. El 1-5 endosado por los donostiarras en la 17ª jornada de la 04/05 -aunque el último partido de Manzano fue una semana después en Santander-, así como el 1-2 encajado ante los vascos en la 9ª jornada de la 10/11, propiciaron una desazón mayúscula en la afición malaguista y que los máximos responsables técnicos saliesen del Club, con el equipo en plazas de descenso.
 
La mano de Tapia y el prestigio de Pellegrini
Antonio Tapia 'ascendió' al primer plantel procedente del filial, aquel fantástico Málaga B que militó en Segunda División, con la complicada tarea de reflotar un equipo que en el ecuador liguero de la 04/05 carecía totalmente de confianza y seguridad en sí mismo. El metódico preparador fuengiroleño, además, se enfrentaría a dos 'miuras' en su estreno: recibir a Sevilla y Atlético de Madrid en La Rosaleda. En ambas citas se ganó 1-0 y el Málaga comenzó su impresionante escalada en la segunda vuelta partiendo de una seguridad defensiva excepcional y un acierto en ataque más que apreciable para cerrar los partidos.
 
El malaguismo aprendería a recitar el once formado por Arnau; Gerardo, Fernando Sanz, César Navas, Valcarce; Juanito & Romero; Juan Rodríguez, Miguel Ángel, Duda; y Baiano. El Málaga logró su mejor cifra histórica de puntos (33) en una segunda vuelta en Primera, consiguió su mayor goleada a domicilio con aquel fastuoso 1-6 en Pamplona contra el Osasuna y acabó en la mitad de la tabla de forma plácida y sin apreturas clasificatorias.
 
Manuel Pellegrini, tras entrenar al mejor club del siglo XX en la 09/10, el Real Madrid C. F., obteniendo la mejor puntuación histórica liguera (96) del cuadro merengue, después de un pequeño período sabático volvió a los banquillos con el reto de reflotar a un Málaga que ocupaba la última posición de la Liga BBVA pasadas diez jornadas. Desde el principio, el 'ingeniero' quiso imponer su metodología futbolística basada en el juego combinativo y el toque, pero los muchos goles encajados debido a los desajustes defensivos y la dinámica negativa que se arrastraba impedían el despegue del equipo de los puestos bajos de la tabla, superado incluso el ecuador del campeonato. Poco a poco, el Málaga fue encontrando tanto un once tipo como una mayor seguridad en la zaga, haciéndose cada vez más fuerte en su feudo con el empuje de la gran afición malaguista. Y con una columna vertebral fundamentada en la sobriedad de Willy Caballero, la jerarquía de Demichelis, la mejoría de Apoño, la clase de Duda, los goles de Baptista y la brega y lucha arriba de Seba y Rondón. Resultado, una excelente parte final de competición con un récord de cinco triunfos consecutivos que valió asegurar la permanencia con una jornada de antelación y acabar en 11ª plaza la Liga.
 
9 goles que se escriben con la 'B' brasileña de Baiano y Baptista
En el mercado invernal de la 04/05 llegó a Málaga sin hacer demasiado ruido, junto a Tote y Míchel, un brasileño que reforzaría un ataque en el que el rendimiento de Wanchope y Amoroso no era el esperado inicialmente, a pesar de la contrastada calidad de ambos delanteros. 'Fernando', con el dorsal 6 a la espalda, y 'Baiano' de nombre futbolístico. Con experiencia en la Bundesliga y el respaldo de sus internacionalidades en las inferiores de la 'canarinha', donde llegó a formar dupla con un tal Ronaldinho, Fernando Baiano debía demostrar en pocos meses de cesión su categoría futbolística al servicio del Málaga. Y lo consiguió y de qué manera.
 
En 17 partidos de la segunda vuelta marcó 9 dianas siendo el referente total y absoluto de la delantera del Málaga de Tapia. Pero Baiano era mucho más que goles. Sus caídas a banda, regates en corto, desmarques de ruptura y asistencias a otros compañeros que llegaban en segunda línea, sencillamente magistrales. Unió a su innata calidad brasileira dosis de un fútbol eficaz y europeo, tras su paso por Alemania. Baiano contribuyó de manera clave al repunte esplendoroso de aquel Málaga que firmó números de Champions League en la segunda mitad liguera.
 
También en invierno y también brasileño, pero en la reciente 10/11, un indiscutible 'crack' firmaba por la entidad de la Costa del Sol. Julio Baptista, el mismo que jugó en Roma, Arsenal, Real Madrid o Sevilla, y que rindió con éxito en el combinado nacional brasileño en distintas etapas logrando importantes títulos en clubes y selección. El impacto en forma de goles de 'La Bestia' fue súbito, si bien estuvo cerca de dos meses en el dique seco por una lesión de menisco. Su final de ejercicio fue sencillamente descollante. Anotó 7 goles en 5 partidos victoriosos consecutivos del Málaga, siendo clave para asegurar la permanencia.
 
En el recuerdo quedará su inolvidable primer tanto en Valencia, en aquella derrota injusta por 4-3 en Mestalla, en la que desbordó por potencia y calidad a los zagueros valencianistas en una contra mortal con disparo final preciso y precioso. O su zambombazo desde 25 metros en Santander ante el Racing. O sus controles orientados 'a lo Zidane' para prepararse el chut al borde del área y clavarla a media altura. 9 dianas en 11 encuentros jugados en la segunda vuelta liguera, números al alcance de muy pocos que certificaron el compromiso y la categoría de un jugador 'top'.