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Entrevista

“Si no queremos que se repita el colapso sanitario, seamos responsables e intentemos seguir las ordenanzas”

Entrevistamos en profundidad al doctor Juan Carlos Pérez-Frías, emblema como jugador del CD Málaga y responsable de los Servicios Médicos del Club las últimas tres décadas.

Un trocito de este escudo es de los Hermanos Pérez-Frías”, rezaba una pancarta colocada por el ‘Fondo Sur 1904’ en el Estadio La Rosaleda, el 24 de mayo de 2019, con motivo del homenaje a la familia Pérez-Frías en la previa del #MálagaRealZaragoza del curso anterior; y la Entidad lo tiene claro y continúa apostando por Juan Carlos Pérez-Frías como responsable de los Servicios Médicos del Club. Sobran más palabras. Con Nacho siempre presente en la memoria, conocemos el lado más humano de Juan Carlos… 

Doctor, llevas toda una vida en el club. Se dice pronto…

Cuando uno empieza una etapa en su vida, sabe cuando empieza, pero es muy difícil prever cuando termina. Nací en Madrid, con 14 años llegamos a Málaga, y cuatro años más tarde estaba jugando en el Atlético Malagueño. Nunca piensas, son casos muy raros y se pueden contar con los dedos de una mano, la gente que ha estado toda una vida en un club. No me arrepiento, ha sido y sigue siendo una etapa muy bonita e importante en mi vida. Espero que todavía me queden unos cuantos años.

Tu mejor y tu peor momento, Juan Carlos.

En el mundo, como en la vida, tendemos siempre a quedarnos con los buenos momentos y borrar los malos. En el fútbol pasa igual. ¿Malos momentos? Los descensos… Un momento muy duro fue la desaparición del Club Deportivo Málaga, que siempre lo digo, fue oficialmente el 27 de julio de 1992. Coincidiendo, precisamente, con mi cumpleaños. Fue una etapa bastante triste para mí y toda la gente del Málaga. Otra cosa muy dolorosa fue la manera en que al Málaga lo ‘bajaron’ de la Champions, pero te quedas con todo lo anterior. Haber jugado una Champions es algo totalmente impensable para ningún malagueño, no creíamos que iba a llegar ese momento. El final fue duro, pero todo lo demás muy bonito.

Te quedas con los ascensos, sobre todo, más que nada por la alegría que tú ves que se transmite y la alegría que le das a todos los aficionados del equipo.

La sensación que da es que todo el mundo quiere a la familia Pérez-Frías.

Básicamente, nosotros somos doce hermanos y estamos todos cortados por el mismo patrón. Hay mucha gente que cuando habla conmigo me dice que eres igual que tu hermano Nacho, o tu hermano Javi, o tu hermano Pedro o tu hermano Miguel. Si somos así, está claro que hay dos personas que tuvieron la culpa de esto, que fueron mi padre y mi madre. Los Pérez-Frías estamos todos cortados por el mismo patrón, y si la gente piensa que somos queridos os lo agradezco un montón.

Qué es el sentimiento malaguista.

He tenido la suerte de tener dos familias. Una, de la que hemos hablado antes, la familia personal. Y otra familia, que ha sido el Club Deportivo Málaga y el Málaga Club de Fútbol. El sentimiento mío malaguista, pues… con decir que es mi otra familia creo que es suficiente.

¿Te sientes más madrileño o eres ya malagueño?

Siempre digo que soy madrileño de nacimiento y malagueño de adopción. En Madrid viví 14 años y el resto de mi vida lo he pasado en Málaga. Uno siempre está agradecido a la tierra de donde nace, pero creo que es más importante la tierra donde creces y te formas. En mi caso, como jugador y persona. Nunca renegaré de Madrid, pero mi Málaga ya es mi Málaga. Aquí he hecho mi vida y todas las cosas importantes de mi vida las he tenido aquí en Málaga. Tanto a nivel de jugador y como profesional de la medicina. Y tengo tres hijos malagueños y una mujer rondeña, que han sido los que han dado sentido a mi vida.

Vaya saga de médicos la vuestra, por cierto.

Éramos cuatro, ahora somos tres. Es curioso que en mi familia no había antecedentes de médicos. El primer médico en mi familia fue mi hermano mayor, Javier, y después fueron Nacho, mi hermana María José y yo. Los cuatro somos los médicos de la familia.

El fútbol te ha dado muchísimos amigos. Y si hablamos ya de tu hermano Nacho…

El problema de dar nombres propios en el fútbol, cuando llevas toda tu vida en el fútbol, es que es seguro que vas a olvidar a más de uno. Han sido distintas etapas en mi vida, casi todas o todas muy buenas y bonitas y con mucha gente. Tanto como jugador, en la época donde prácticamente todos éramos de Málaga, como después de médico.

En el mundo del fútbol hay muchos conocidos, pero amigos no hay tantos. Por supuesto, pero no era amigo, era mi hermano. Participó y estuvo conmigo, hemos vivido juntos todo, no solamente a nivel de fútbol sino de medicina, es algo que nos unía mucho.

Resulta raro decir esto, pero… ¿tienes o tuviste algún enemigo, por así decirlo, en el fútbol?

Sí voy a decir un nombre, no porque sea ‘enemigo’, sino por las cuestiones del mundo del fútbol. Fue precisamente el entrenador que me subió del Atlético Malagueño al Club Deportivo Málaga, Mirolad Pavic. Se supone que tendría que estar agradecido por el hecho de que me subió al primer equipo, pero después de subirme yo no jugaba ni los jueves en los partidillos de entrenamiento. Es algo que no entendía y fue de los pocos entrenadores, no es que me quitase las ganas de jugar, porque he tenido dos grandes pasiones que he podido compaginar, la medicina y el fútbol; pero sí es verdad que en aquella época me dediqué más a estudiar que a jugar al fútbol, porque no contaba conmigo.

Medicina, ciencia… ¿crees en algo más, ‘doc’?

Mis padres eran católicos, practicantes, y nos educaron y nos enseñaron en sus creencias. Después, según uno va creciendo, va descubriendo la vida y va teniendo sus propias ideas. Pero, qué duda cabe, lo que te enseñan de joven y tú vives, te marca más.

La última, Juan Carlos. Desde tu experiencia y conocimiento. La COVID-19, ¿se podía esperar?

Si tiras de hemeroteca te encuentras con gente que ya había dicho que el siguiente gran problema de la humanidad no sería una tercera guerra mundial, sino una pandemia. Pero es verdad que esto no se lo esperaba nadie. Lo único que nos ha hecho es reflexionar un poco y ver lo importante de la vida. Si hace tres meses te dicen que ibas a estar dos meses sin salir de casa por una pandemia, no te lo hubieses creído.

Tenemos que ser conscientes y saber que, si no queremos que se repita ese colapso sanitario que se ha producido en este mes anterior, seamos responsables e intentemos seguir las ordenanzas y esperar un poco a saber más de este virus y de su comportamiento; se sacará la vacuna, se mejorarán tratamientos y será un recuerdo malo, malo, malo, que de alguna manera nos va a marcar bastante.