Desde la 2005-06, el Málaga Club de Fútbol no cuenta en la primera plantilla con un portero malagueño curtido en la cantera. Burgos y Dani -este último permaneció cuatro temporadas en el primer plantel- fueron los primeros en guardar la portería tras el nacimiento a mediados de los 90 de la entidad malaguista. Años más tarde, en la 03-04, llegó el antequerano Calatayud, que debutó en Primera con Juande Ramos en el banquillo, aunque luego tuvo que emigrar primero al Getafe y luego al Racing -actualmente es portero del Hércules-. Y a continuación, en la 05-06, una campaña de triste recuerdo, -el equipo descendió finalmente a Segunda División-, Manolo Reina, natural de Villanueva del Trabuco, fue el último canterano que ascendió al primer equipo, con el que incluso llegó a debutar en la máxima categoría del fútbol español.
Después de tres años carente de porteros de la casa, esta temporada el Málaga Club de Fútbol, de la mano de la coordinación de la cantera, puso en marcha una Escuela de Porteros con el objetivo, en primer lugar, de dar mayor importancia a las sesiones específicas de esta demarcación y, en segundo, lograr que a corto-medio plazo, un canterano vuelva a ser de escudo en la portería del primer equipo malaguista. Una escuela de talentos bajo la dirección de Paco Ruiz, el actual entrenador de porteros del primer equipo, que cuenta con un grupo de trabajo tenaz. Empezando por Koke Contreras, recientemente retirado y cuyo futuro también pasa por enseñar a los más jóvenes todas esas pequeñas y grandes cosas que están presentes en el día a día de un portero.
Un martes cualquiera, la Ciudad Deportiva El Viso se llena de porteros. Es su día. El día establecido en el que se reúnen todos los guardametas de la cantera malaguista. Se realizan entrenamientos específicos. De todas estas sesiones está al cargo Paco Ruiz. Un experto en las lides bajo los palos. Un ex portero que ha pasado a ser un auténtico catedrático a la hora de enseñar a los futuros guardametas. Empezó su carrera como entrenador de porteros en la temporada 98-99, compaginando el Málaga B y equipos de ‘La Base’. Así continuó seis campañas, hasta que en la 04-05 comenzó a ejercitar también a los porteros del primer equipo. Tras un paréntesis de dos años, en la 07-08 volvió para instruir, de nuevo, a los porteros del primer equipo y ser el encargado de dirigir la Escuela de Porteros. Una labor importante y con la que se pretende que se trabajen todos los aspectos específicos de la demarcación. Una empresa que está desarrollando con empeño, a pesar de que en algunas ocasiones se pueda llevar alguna decepción. “Los porteros entrenan tres días a la semana el trabajo técnico y físico. Los martes se trabaja la fuerza explosiva-reactiva, y también el tema psicológico, que va unido a la técnica en cuanto a la toma de decisiones. Pero también ves porteros, aunque pocos, que vienen a echar el rato. Alguna vez me he encontrado porteros a los que no le gustaba el fútbol y que estaban aquí por los padres”.
La dinámica de trabajo está bien establecida con el objetivo de que no quede ningún clavo suelto en la formación de los jóvenes porteros. “Durante la temporada hacemos circuitos donde el componente físico se hace antes o durante a la acción técnica. Ahora, que estamos terminando, hacemos ejercicios de mantenimiento. En cuanto a trabajo, la temporada se resume con circuito-ejercicios de fuerza-resistencia; luego fuerza-explosiva y velocidad reactiva; y terminamos con técnicas de base, con ejercicios de pie, mano y juego aéreo, que es algo que siempre estamos trabajando, sin olvidar los despejes de puños. También utilizamos el descubrimiento guiado, con el que intentamos que asimilen lo más fácil y aprendan. Por ejemplo, este año hemos descubierto, con práctica en el Cadete B y el División de Honor juvenil, que meter la línea defensiva al borde del área en las faltas laterales que son peligrosas da resultado. También se ha trabajado en el primer equipo, aunque en Primera División hay tanta calidad que te pueden sorprender”, señaló Paco Ruiz.
Sobre los avances que se han conseguido en este primer año de funcionamiento de la Escuela de Porteros, el preparador malagueño piensa en que lo importante es que se han sentado las bases. “Corregimos los posibles fallos y se lo hacemos ver no sólo al que lo ha cometido, sino al resto. El año que viene, con tranquilidad, analizaremos situaciones del primer equipo. Además, también esperamos grabar a los jugadores en vídeo para que ellos mismos vean los errores que cometen. El avance lo veremos la temporada que viene. Se han mejorado cosas, pero el año que viene los chicos estarán más desarrollados. Este primer año está funcionando”.
Rápido, ágil, fuerte y psicológicamente muy entero. Así define Ruiz a un buen cancerbero, aunque hoy día un guardameta debe seguir unos patrones que se han marcado en los últimos tiempos: ser alto y jugar con los pies: “El juego aéreo, en la actualidad, es muy importante. Las reglas de juego han hecho que se tenga que utilizar los pies y el portero sepa orientar el balón a un compañero. Hoy día el que no sepa jugar con los pies lo tiene complicado”, afirmó Paco Ruiz.
Desde la Escuela de Porteros, en la que también se ejercitan jugadores cedidos en otros equipos, se les da numerosos consejos a los metas de la cantera, que tienen, en líneas generales, un buen nivel para Paco Ruiz. “Son los mejores de Málaga. Es raro no ver a uno de ellos en las selecciones malagueñas. Y no hay más porque hay un límite de jugadores. El nivel es bastante bueno y esperamos mejorarlo año a año”.
En lo personal, Ruiz, como buen portero, tenía la imperiosa manía de jugar siempre con la misma camiseta interior. También llevaba en las espinilleras estampas del Cristo de la Misericordia y la Virgen del Gran Poder. Rezaba antes de los partidos, evitaba el amarillo… Todo para tener una pizca de suerte, que ya es mucho bajo palos. “Lo que más rabia me daba era que te marcasen un gol y que se te quedara en la retina que lo podía haber parado. Como entrenador de porteros, lo que más coraje me da es que fallen y tengan errores de bulto. Quiero que mis porteros lo hagan perfecto y si fallan me pongo malo. El portero tiene que tomar decisiones en décimas de segundo y te puede costar un gol. Detrás suya no hay nadie”. Parar un penalti en el último minuto es, para Ruiz, el sueño de un portero. Algo que le ocurrió a él mismo cuando jugaba en Los Boliches, lo que le valió el ascenso a Segunda B. Aunque con lo que sueña el instructor es que el Málaga Club de Fútbol disfrute en breve de un portero en el primer equipo. “Si Dios quiere pronto. Trabajamos para ello. Sea de donde sea, porque aquí también tenemos porteros de otras provincias que ya llevan varias temporadas con nosotros, pero que salga de la cantera”.
Contreras, un reclamo para la formación de guardametas
Brazo derecho de Paco Ruiz, Koke Contreras puso fin a su carrera deportiva la pasada temporada y se enroló en la cantera malaguista como entrenador de porteros. Tras debutar con el Real Madrid, jugó como cedido en el Rayo Vallecano, para, a continuación, firmar por el Málaga Club de Fútbol, equipo con el que triunfó y con el que llegó, incluso, a debutar con la selección nacional. También fue clave en la conquista del primer título internacional del Club, la Intertoto. En la 03-04 firma por el Real Betis Balompié, entidad con la que conquistó la Copa del Rey en 2005. En su última temporada como profesional, la 07-08, es cedido por el cuadro verdiblanco al Cádiz en Segunda División. En la actualidad, además de ser uno de los técnicos de la Escuela de Porteros, está completando su formación a través de un curso de entrenador de porteros.
Contreras, tras finalizar su carrera profesional, se muestra muy satisfecho por el trabajo que está desempeñando en la actualidad. “Me gusta que se trabaje específicamente los aspectos de portero. Y, sobre todo, que tengan las oportunidades que no tuvimos ni Paco ni yo. Intentamos transmitir los errores que vemos y potenciar sus virtudes”.
Sobre los resultados que se han obtenido, el meta madrileño es consciente de que aún es pronto para valorar un trabajo con un rendimiento a medio-largo plazo: "En general, se han acostumbrado a un trabajo aislado y específico. Este es el primer año y nos vamos conociendo. Estoy contento porque ves avances en muchos hábitos. En mi caso, casi en amateur, no me daban responsabilidad. Hoy le inculcamos que un portero es básico a nivel organizativo y de estrategia. En general, van avanzando en todo. Técnicamente van cogiendo las cosas que se le dice. Pero más importante es la evolución desde este año a tres o cuatro años. Ahí el Málaga va a poder optar para tener en su portería un portero formado aquí, en el Málaga”.
La falta de una instalación deportiva en consonancia a la entidad -está previsto que pronto comiencen las obras de la nueva Ciudad Deportiva- para la realización de los entrenamientos, así como el escaso material de trabajo, también hace más difícil el día a día. “Se me ocurren muchas cosas que podemos hacer. Como por ejemplo los vídeos. Muchas veces ellos piensan que están haciendo algo bien, pero luego no es así. Los vídeos son importantes no sólo para ver los fallos, sino también para apreciar los aciertos. De todas formas, lo que más necesitamos son unas instalaciones acordes. Es el punto negro del Málaga en este momento. Se tiene que aspirar a mejorar las condiciones de trabajo y así se podrá también exigir. También hace falta material”.
Para el ex meta blanquiazul, un portero debe tener carácter, agilidad, potencia… Pero también debe trabajar el aspecto psicológico. “Es muy importante lo que se hace con la mente. Aguantar con la presión. Hay que ser fuerte de mente para que no afecte al rendimiento una jugada. El objetivo no es parar un cabezazo, sino evitar una ocasión de gol. Primero hay que evitar la acción de gol; luego anticiparse y, por último, reaccionar ante la ocasión”.
A pesar de que los guardametas deben contar con una envergadura importante, casi por exigencia del fútbol, Contreras, que conoció el éxito con apenas 1,80 de estatura, no valora demasiado este aspecto. “Ahora se le da mucha importancia a los porteros grandes, pero yo nunca voy a justificar que elijo a un portero u otro por la altura. Que un portero sea bajito no es la causa de que tenga menor nivel”.
Koke, que aconseja a los jugadores que aprovechen el tiempo y que disfruten de los entrenamientos, confía en ver pronto a un canterano defendiendo la portería del Málaga. “Es por lo que estamos trabajando aquí día a día. Es lo que deseamos. Cuesta mucho pagar por un jugador y más por un portero. Un ejemplo en el que nos podemos mirar es Asenjo, que ha tenido como entrenador a Ángel Félix, con el que ha estado cinco años. Ver a uno de nuestros porteros en el primer equipo es lo que más satisfacción me daría. También a ayudarles a que se busquen la vida en este mundo tan competitivo”.
Una satisfacción por partida doble. El hecho de que la retirada de Koke Contreras haya sido tan reciente, ha calado en los jóvenes cancerberos malaguistas. “Me han visto jugar en el Málaga y noto que me prestan mucha atención en cada cosa que digo y es una satisfacción que tengo. Muchos se acuerdan de goles que me han metido y me meten también mucha caña cuando juego en el fútbol indoor”.
Repetir la misma rutina cuando un partido sale bien, escuchar Offspring en el autobús y evitar algunos colores en las camisetas fueron algunos de los hábitos más comunes en la carrera futbolística de Contreras, al que le enojaba, igualmente, encajar un gol, ya fuera de penalti a lo panenca, un tanto de vaselina o bajo las piernas. “Aunque haya ganado 4-1 o 3-1, encajar un gol que no ha significado nada es algo que no me gusta y en el vestuario se me notaba. Un cero en la puerta es algo maravilloso para un portero. Esa búsqueda de la perfección es algo bueno”.
Koke Contreras, que confiesa que lo suele pasar mal ante los problemas personales de los jugadores, cree que el sueño de un portero es marcar un gol emulando a Palop, que clasificó al Sevilla hacia los cuartos de final de una Copa de la UEFA que finalmente ganaría en 2007. “Un portero también sueña con marcar. O en hacer la jugada de Palop, que es la envidia de todo portero. Hacer un gol es como una utopía, sobre todo porque no tenemos esa sensación. La jugada de Palop es la envidia mala (entre risas)”.
También echan el guante a la hora de formar a los valores guardametas blanquiazules los monitores de fútbol-7 Félix y Javi, el ex portero del Málaga Dani, así como Fran, ayudante que también desempeña labores similares en el Conejitos La Luz. Todos ellos componen la Escuela de Porteros del Málaga Club de Fútbol. Una escuela de jóvenes talentos que día a día Paco Ruiz, Koke Contreras, Félix, Javi, Dani y Fran tratan de pulir como si de diamantes se tratara -en realidad lo son- con el objeto que el día de mañana el Málaga Club de Fútbol pueda sentirse orgulloso de contar con un portero canterano defendiendo su portería.