Partido en Santander
“Hay que saber y entender en qué estamos fallando. Y buscar esa unidad, de todos a una, y ese amor propio que todos hemos demostrado. En los dos partidos del año pasado estuvimos a muy buen nivel (ante el Racing). Nos espera un partido en el que no puedes ni pestañear, contra un equipo herido, en su estadio, que ha perdido contra dos equipos recién ascendidos. Un equipo con esa rabia, y nosotros con esa rabia doble, y a mirarnos desde las entrañas cada uno para, focalizados y unidos, volver a reencontrarnos con nosotros mismos. Será un partido de goles en el que tendremos que ser muy contundentes y manejar los estados emocionales. Tenemos que volver a nuestros fundamentos técnico-tácticos, a nivel físico y emocional, enfocados y humildes”.
Pequeños detalles
“No son tres partidos brillantes -los anteriores-. Esos pequeños detalles nos han penalizado. El máximo responsable es el entrenador, que tiene que mantener esa exigencia y sacar el máximo rendimiento a los futbolistas. Cuando hay brisa de huracán, la mejor manera es ganar. Y transmitir calma”.
Calma y unidad
“Los entrenadores tenemos que pensar rápidamente lo que va a venir para poder ganar el partido siguiente. Y dar ese pasito, desde esa calma, esa unidad, y el máximo respeto porque gestionamos muchísimas emociones. Con empatía, pero sin lamentos ni excusas”.
Trabajo específico
“Hemos trabajado hoy cosas muy específicas, por grupos, yendo al pequeño detalle. Ellos no adelantan la línea tanto como el año pasado, y nosotros tampoco podemos jugar tanto en largo. Veo a los jugadores concentrados, no hay ningún tipo de excusa”.