El domingo 2 de noviembre el Estadio SkyFi Castalia vivió la duodécima jornada de LALIGA HYPERMOTION. El Málaga CF se midió al CD Castellón en un nuevo compromiso liguero del conjunto dirigido por Sergio Pellicer. Alozaina, municipio protagonista, con presencia en el cartel oficial y en el brazalete del capitán.
Alozaina se asienta en el corazón de la Sierra de las Nieves, en el valle del Guadalhorce, rodeada de montes cubiertos de olivos, almendros y pinares que perfuman el aire con esencia mediterránea. Su emplazamiento privilegiado, entre el mar y la montaña, la convierte en una puerta natural al Parque Nacional de la Sierra de las Nieves y en un mirador excepcional hacia la comarca del Guadalhorce y la Costa del Sol. Hoy, Alozaina sigue siendo un lugar de paso y encuentro, conectado fácilmente con Málaga, Ronda o Marbella en menos de una hora.
Su historia es también la de una tierra marcada por la mezcla de culturas. En su término se han hallado restos prehistóricos, romanos y árabes, testimonio de un pasado milenario. Durante la época andalusí, Alhosaina -como se la conocía entonces- fue una pequeña alquería fortificada, dependiente de la Cora de Rayya. Su castillo, levantado en la actual zona alta del pueblo, sirvió como defensa frente a los ataques cristianos hasta la conquista definitiva en el siglo XV. Ya en tiempos modernos, la villa se consolidó como núcleo agrícola destacado del interior malagueño, con una economía basada en el aceite, las hortalizas y los frutos secos. Su casco urbano, de trazado morisco y calles encaladas, fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1979, en reconocimiento a su singular belleza y valor patrimonial.
Entre sus principales atractivos arquitectónicos destacan la Iglesia Parroquial de Santa Ana, levantada en el siglo XV y reformada en el XVIII, el Arco Árabe, que da la bienvenida al visitante y recuerda el origen musulmán del municipio, y el Castillo de Alozaina, del que aún se conservan lienzos de muralla y una torre vigía. También merece especial atención el Museo Etnográfico, que recoge la vida tradicional de sus habitantes y la evolución de sus oficios y costumbres.
La naturaleza es otro de los grandes tesoros de Alozaina. Su entorno ofrece senderos que serpentean entre olivares, barrancos y manantiales, como el Camino de Jorox, que conduce a un pequeño paraje de cascadas y huertas encajado en la sierra, o las rutas hacia el Puerto de las Abejas y el Cerro del Chaparro, desde donde se disfruta de vistas panorámicas sobre el valle. La cercanía al Parque Nacional de la Sierra de las Nieves convierte al municipio en punto de partida ideal para los amantes del senderismo, la fotografía y la observación de fauna.
La gastronomía ‘pechera’ es fiel reflejo de su herencia rural. La sopa hervida, la porra de naranja, los potajes de garbanzos con espinacas o las migas con sardinas son platos típicos que se elaboran con productos locales. En repostería destacan los roscos de vino, los borrachuelos y los hornazos de Semana Santa, todos elaborados con recetas transmitidas de generación en generación. Una cocina sencilla, aromática y profundamente andaluza.
Las fiestas populares son el alma de Alozaina. La Feria de Agosto, en honor a la patrona la Virgen de la Asunción, llena las calles de música y alegría, mientras que la Fiesta de la Aceituna, celebrada en septiembre y declarada de Interés Turístico de Andalucía, rinde homenaje a la recolección del fruto que da sustento a la economía local. A estas se suma la Feria del Podenco Andaluz, el Maneto y otras Razas de Caza, una cita imprescindible para los amantes de la caza y la tradición rural, que reúne cada año a criadores, aficionados y visitantes en torno a exhibiciones, concursos y muestras caninas que ponen en valor una de las razas más emblemáticas de Andalucía.
Completan el calendario la Semana Santa, de gran tradición, y la Romería de Jorox, donde vecinos y visitantes comparten jornada festiva entre naturaleza, gastronomía y devoción.
Alozaina, blanca y serena, combina historia, paisaje y hospitalidad, invitando al viajero a descubrir el ritmo pausado de un pueblo andaluz que conserva intacto el espíritu de la sierra.
El arte de José Luis Puche vuelve a vestir al malaguismo. Su creación se inspira en la Feria del Podenco Andaluz del municipio costasoleño. Un emblema de la tradición rural que lució en el brazalete del capitán y en el cartel del partido frente al CD Castellón.
¡Málaga CF es provincia!