El Málaga CF reconocerá al que fuera portero blanquiazul en la década de los 80, que falleció en 1987 debido a una parada cardiaca a los pocos días de sufrir un golpe en la cabeza en un partido de Liga ante el Celta de Vigo.
El acto formal de presentación de la Puerta de Gallardo se llevará a cabo a lo largo de 2017, cuando se cumplen 30 años de su fallecimiento. El Club quiere reconocer de este modo al que fuera guardameta blanquiazul, para que pueda estar siempre presente en la memoria de todos los aficionados del Málaga CF.
José Antonio Gallardo Marín, nacido en Torremolinos (Málaga) el 31 de diciembre de 1961, forma parte de la historia del equipo malaguista. Empezó a jugar al fútbol en el juvenil del Juventud de Torremolinos y pronto llamó la atención del CD Málaga, que lo fichó en 1977.
En 1979 dio el salto al filial blanquiazul donde permaneció tres temporadas, siendo posteriormente cedido al CD Antequerano en la temporada 1982/83 en Segunda División B. En la temporada 1983/84 alternó el filial malaguista con el primer equipo.
Su debut con el CD Málaga en Liga se produjo en la 2ª jornada de la temporada 1984/85 ante la Real Sociedad. Dos temporadas después, con la venta de Fernando Peralta al Sevilla FC, pasó a ser el portero titular del conjunto malagueño.
En esa temporada 1986/87 jugó las 18 primeras jornadas de Liga. En la 19ª jornada, el 21 de diciembre de 1986 en un encuentro ante el Celta de Vigo en Balaídos, el jugador local Baltazar golpeó a Gallardo en la cabeza de forma fortuita dejándolo conmocionado. Tuvo que ser sustituido y trasladado a un centro hospitalario, donde permaneció en observación hasta el día 24 de diciembre, cuando regresó a Málaga.
El 7 de enero de 1987 fue ingresado de urgencia en el Hospital Carlos Haya, donde falleció ocho días más tarde debido a una parada cardiaca. Gallardo dejaba tras de sí 21 partidos de Liga jugados con el CD Málaga (1 en 1ª División y 20 en 2ª División), 14 encuentros de Copa del Rey y 4 partidos en la Copa de la Liga. El diario Marca le otorgó el Trofeo Zamora a título póstumo como portero menos goleado, ya que lideraba esa clasificación en el momento de su fallecimiento.
El Club y la Fundación MCF tienen el claro objetivo de poner en valor la historia de la Entidad y reconocer a los jugadores que marcaron un antes y un después en el Málaga. Echar la vista atrás para ver de dónde venimos y construir un futuro honrando la memoria de quienes defendieron con ahínco la camiseta blanquiazul.