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Primer equipo

Kilómetro 17, Málaga-Las Palmas

La Rosaleda sigue de fiesta. El equipo, de la mano de su fiel afición, volvió a vencer en su feudo asentándose en la séptima plaza de la tabla a un punto del playoff de ascenso.

El #MálagaLasPalmas nos dejó un final excitante y varias notas inolvidables. ¿Las repasamos?

1-0, el gol de todos

El 1-0 lo firmó Antoñín a la media hora, marcando su primer tanto desde que regresó al Club. El de La Palmilla fue el ejecutor de, posiblemente, la mejor jugada colectiva del equipo esta temporada. Sensacional el cambio de orientación de Peybernes, excelso el movimiento hacia dentro de Supergómez y su pase a Brandon, punzante el mallorquín con su desmarque de ruptura y asistencia final a Antoñín, que metió la bola en la red a lo ‘a mí el pelotón, que los arrollo’. Golazo.

El primer gran momento de Sekou

Al igual que Antoñín, Sekou Gassama estrenó su casillero de goles esta campaña. Momento más que esperado y deseado, tanto para el ariete de origen senegalés como para el aficionado malaguista. Su remate de cabeza, catedralicio, hizo retumbar los cimientos de Martiricos en el 86’ plasmando el 2-1 definitivo. Fue el primer rugido de ‘La Pantera’. Ojalá, el primero de muchos.

Segunda victoria consecutiva y otra remontada

Lo venía comentando José Alberto estas semanas anteriores. El salto de calidad en esta categoría, aparte de mejorar las prestaciones a domicilio, pasa por ganar dos partidos seguidos. Así fue, cómo no, en La Rosaleda ante Tenerife y Las Palmas. A su vez, es la segunda remontada en los últimos tres partidos jugados en casa (con el Sanse, la anterior) tras un largo período sin levantar un resultado adverso. Sintomático.

Entradón con 22 128 ‘locos’ malaguistas

Se acaban los calificativos con la afición. Primero, recibimiento al equipo de primera en los exteriores del estadio antes del encuentro. Durante el partido, animando sin parar a pesar del frío, la lluvia y el empate parcial a pocos minutos del final. Y, tras el choque, con la ya tradicional escena de confraternización entre el Fondo Sur 1904 y los futbolistas celebrando juntos un nuevo triunfo. La mejor entrada del curso merecía un final excitante y feliz.