El Málaga CF renueva su promesa ante la Divina Pastora
El Málaga Club de Fútbol ha cumplido una de sus tradiciones más arraigadas: la ofrenda floral a la Divina Pastora, Patrona del Deporte Malagueño, en la emblemática barriada de Capuchinos.
A pocos días de que el balón empiece a rodar en LALIGA HYPERMOTION 25/26, la entidad blanquiazul no ha faltado a su cita una temporada más con la Parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa de Jesús en la Plaza de Capuchinos malacitana.
La plantilla del Málaga CF al completo, esto es, jugadores, cuerpo técnico, médico y auxiliares, así como una amplia representación directiva y ejecutiva, se ha reunido en la iglesia de la Divina Pastora para compartir un momento de recogimiento antes de afrontar los retos deportivos de la nueva campaña.
La comitiva ha estado encabezada por el administrador judicial, José María Muñoz; el director general, Kike Pérez; el director deportivo, Loren Juarros; el consejero de Protocolo y Relaciones Institucionales, Francisco Martín Aguilar; y los consejeros consultivos Abdullah Ben Barek y Antonio López.
Los capitanes del primer equipo, Ramón Enríquez y Alfonso Herrero, depositaron la ofrenda floral en nombre de todo el Club, acompañados por gestos de respeto y gratitud hacia la congregación. “Es una tradición muy bonita que nos ayuda a conseguir los objetivos”, declaró Ramón. "Ya es tradición y es bonito venir aquí cada año, tener este rato en familia y recibir toda la buena energía que nos dan", aseveró ante los medios Alfonso.
El Hermano Mayor de la misma, Juan Antonio Navarro, y el Vocal de Protocolo, Juan Carlos de la Torre, dedicaron palabras de aliento y buenos deseos para un curso futbolístico que arranca este mismo sábado, en La Rosaleda, frente a la SD Eibar. “Aquí honramos a quien persevera”, recordó visiblemente emocionado Navarro.
Con este acto, el Málaga CF reafirma su compromiso con la historia y las tradiciones que le acompañan desde hace siete décadas, llevando consigo la bendición de su Patrona para afrontar una nueva temporada con fe, esfuerzo, humildad y ambición.
Un encuentro que se mantiene vivo desde la temporada 55/56 y que simboliza el vínculo espiritual y cultural del club con la ciudad. ¡Hasta el año que viene!