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Entidad

Sayalonga lucirá en el último brazalete de la temporada

El Málaga CF cierra un nuevo curso rindiendo homenaje a los rincones que dan alma a nuestra tierra. En el partido del próximo sábado en La Rosaleda contra el Burgos CF, Sayalonga será el protagonista ilustrado por José Luis Puche.

El Málaga CF vuelve a latir al ritmo de su provincia. En el cierre simbólico de una temporada cargada de emociones, el club mira hacia el interior más dulce de la Axarquía para rendir homenaje a Sayalonga, que significa “túnica larga", el pueblo de los nísperos dorados, la luz que brota entre montes, y las calles que aún conservan el susurro de Al-Ándalus. Como rige la iniciativa, el municipio se convierte en protagonista del cartel oficial y del último brazalete que lucirá nuestro capitán, una despedida cargada de historia, sabor y raíz.

El próximo sábado 31 de mayo a las 18:30 horas, en la jornada 42 de LALIGA HYPERMOTION, el Málaga CF se enfrentará al Burgos CF en La Rosaleda, y Sayalonga será la esencia que acompañe al equipo al terreno de juego. El arte de José Luis Puche, ya inseparable de este proyecto que une fútbol y cultura, se posa esta vez sobre los nísperos y la historia morisca del pueblo, para cerrar la temporada con una obra cargada de simbolismo y ternura.

Sayalonga, en el corazón de la Axarquía malagueña, se estira por la ladera como un lienzo de cal y terracota. Desde sus 359 metros de altitud, el pueblo observa el mar a lo lejos y se cobija entre bancales de frutales, donde el níspero es rey. Cada mes de mayo, su Fiesta del Níspero, declarada de Interés Turístico, celebra con orgullo lo que este fruto representa: dulzura, esfuerzo, y una tierra generosa.

Caminar por Sayalonga es viajar al pasado. El trazado morisco de sus calles, sus escalinatas y callejones laberínticos son testigos de siglos de mezcla cultural. Allí se alza el singular cementerio redondo, único en España, donde la muerte se entiende como parte del círculo natural de la vida. La Iglesia de Santa Catalina y el Museo Morisco completan este mapa de identidad, donde cada piedra parece contar una historia.

En su cocina, el municipio costasoleño habla con el lenguaje del campo; potaje de hinojos, lomo en manteca, migas con sardinas, y el níspero, convertido en licores, confituras o postre fresco, que pinta la mesa de tonos anaranjados y perfume de primavera. La repostería, herencia de la cultura árabe, mezcla almendras, miel y sutiles especias, como un eco antiguo que todavía endulza los días.

Y entre tanto sabor y memoria, vuelve el trazo de José Luis Puche, que se despide esta temporada con una obra sensible y brillante. El níspero aparece elevado, como símbolo de cosecha y orgullo. Las curvas del cementerio redondo emergen entre sombras suaves, y las calles encaladas se funden con la luz cálida de la tarde. En el último brazalete del curso, se culmina el homenaje a una provincia que ha caminado de la mano con el Málaga CF jornada tras jornada. Este sábado, el brazalete no será solo tela y color; será un adiós cargado de raíces.

¡Málaga CF es provincia!