La Rosaleda vivió un ambiente espectacular este domingo 7 de abril. Málaga celebró sus 120 años de idilio con el fútbol en una fiesta cargada de emotividad con 24.422 aficionados en la grada. El Málaga CF honró esta efeméride con un arco de salida que emulaba la antigua entrada del Estadio La Rosaleda, una alienación histórica con; Bernardi, Ben Barek, Pepe Álvarez, Juan Carlos Pérez-Frías, Esteban Vigo, Luis Merino, Juanma, Basti, Movilla, Isa Guerrero, Valcarce, Fernando Sanz y Kameni, y con los expresidentes, Eduardo Padilla, Francisco García Anaya, José Pardo, Fernando Puche, Federico Beltrán y Fernando Sanz en el palco de autoridades.
Además, el cuadro blanquiazul saltó al verde ataviado con una versión muy especial de la camiseta conmemorativa del 120 aniversario del fútbol malagueño. El uniforme emulaba a la equipación que el CD Málaga vistió en la temporada 1988/89, con la salvedad que se mantuvo la publicidad habitual, con la de Sabor a Málaga adaptada a un formato más retro para completar un conjunto espectacular.
En cuanto al encuentro, el Málaga CF salió de la partida con Herrero; Jokin, Nelson, Juande, Murillo; Genaro, Manu Molina; Ferreiro, Kevin; Aaron Ochoa y Roberto.
El partido comenzó igualado. Ambos conjuntos buscaron dominar el cuero y manejar el tempo del encuentro con gran intensidad.
El canterano Aaron Ochoa probó desde la frontal en el 13’ de juego. El joven centrocampista finalizó una buena jugada personal en el balcón del área, pero el disparo salió desviado. Sin embargo, en el 26’ se adelantó la AD Ceuta FC por mediación de Cedric Teguia. El atacante remató de cabeza con contundencia al segundo palo. Herrero la tocó, pero no logró evitar el tanto (0-1).
Los malaguistas respondieron al gol multiplicando sus incursiones al área contraria. Espoleados por su afición, acabaron por igualar la contienda en el 40’. Ferreiro sirvió un balón parado desde el flanco izquierdo -provocado por una falta a Kevin tras un gran sprint- dirigido al segundo palo. Allí esperaba Juande para cabecear el tenso esférico a media altura y hacer saltar a La Rosaleda en una explosión de júbilo (1-1, 40’). Con este resultado se llegó al descanso.
Tras la reanudación, el encuentro continuó en la misma tónica, igualdad e intensidad en los lances por el control del balón. Alfonso Herrero protagonizó una nueva parada antológica en el 53’. El cancerbero detuvo por bajo un remate a bocajarro a apenas un metro de distancia.
En el último suspiro, Víctor García envió un preciso centro desde el flanco izquierdo que llegó a la cabeza de Jokin Gabilondo al segundo palo. El lateral se lanzó en plancha con alma y fe para rematarlo a portería, pero el cancerbero contrario blocó con seguridad. Con los tres pitidos del colegiado se decretó el reparto de puntos.
