El pasado sábado vivimos uno de los días más aciagos de nuestra historia. El doloroso desenlace de la temporada, con un descenso consumado, ha sido desgarrador para la Entidad y sus aficionados.
Las muestras de desaprobación y enfado son lógicas y respetables. Cuando un sentimiento es tan puro, es natural que se manifieste la contrariedad, siempre con respeto y de forma pacífica.
Sin embargo, por responsabilidad, la Entidad debe condenar y condena toda muestra de violencia, ya sea verbal o física. El MCF quiere expresar su repulsa ante el acoso, amenazas y actos vandálicos acontecidos durante y tras el encuentro entre el Málaga CF y la UD Ibiza del pasado sábado (18:30 horas). Iniciativas que son propiciadas por un número reducido de personas que no representan en absoluto a nuestra Grada de Animación.
El Club entiende el malestar generado por los resultados deportivos, pero no consentirá que la imposición del terror mediante amenazas, algunas de ellas muy graves, sea el camino para el nuevo proyecto.
La Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte es muy clara al respecto, así como normativa específica tanto de LaLiga como de la Real Federación Española de Fútbol.
La permisividad en este tipo de escenarios es una imprudencia y el MCF no incurrirá en ella.
El Club, de nuevo, quiere enfatizar que estas acciones no son representativas en absoluto de su gran afición. El malaguismo ha vuelto a demostrar el compromiso y el amor que siente por sus colores de forma ejemplar. Gran parte de nuestros seguidores han mostrado su enfado, pero con respeto y sin violencia.
