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Temporada 2006-2007

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El capitán del primer equipo malaguista, Fernando Sanz, dejaba los terrenos de juego en plena pretemporada en Cartaya (Huelva) -con Marcos Alonso como nuevo técnico- e iniciaba su andadura en los despachos como presidente del Málaga CF. En noviembre de 2006, la entidad blanquiazul se somete voluntariamente a un proceso concursal que reestructura profunda y progresivamente la parcela deportiva, directiva y ejecutiva en Martiricos.

La campaña liguera 2006/07 en Segunda División empezó con unos resultados discretos que, tras la derrota en la 10ª jornada ante el Valladolid (0-1) en La Rosaleda, propiciaron la destitución de Marcos. Fernando Sanz apostó por un técnico joven como primera elección desde su llegada al cargo: Juan Ramón López Muñiz. El gijonés dejó el banquillo del Marbella, segundo clasificado entonces en el Grupo IV de Segunda B, regresando al conjunto blanquiazul tras haber sido el segundo entrenador de Juande Ramos en la temporada 03/04.

La inevitable aplicación de la Ley Concursal condicionó las decisiones económicas y deportivas de la Entidad, quedando aparte del plantel los uruguayos Romero, OJ Morales y ‘Chengue’ Morales, junto al fuengiroleño Manu, durante buena parte de la temporada. La salida invernal de Salva Ballesta (cedido al Levante) y César Navas (se fue al Racing de Santander) fue el preludio de la reestructuración de una plantilla que, de la mano de Muñiz, dio cabida a numerosos jugadores filiales y juveniles para afrontar el comprometido reto de la permanencia en Segunda División. En la Copa, tras eliminar a Ciudad de Murcia, Almería y Real Sociedad, se cayó en octavos de final ante el Zaragoza por un global de 3-1 en contra.

La unión del vestuario, miembros del Club, afición y todo el entorno blanquiazul hizo posible, partido a partido como decía Muñiz, que el objetivo se cumpliese gracias al compromiso de una ciudad volcada con un equipo que la necesitaba. Para el recuerdo quedan momentos de extrema felicidad, como el golazo una noche de Reyes (6 de enero de 2007) del canterano Popo al Almería, firmando un agónico 2-1 en La Rosaleda; o la épica remontada ante el Vecindario con 3-2 definitivo tras caer al descanso 0-2, con gol de Hidalgo y 'doblete' de un semi-lesionado Iván Rosado. Y, sobre todo, la angustia tras derrotas contundentes como la casera con el Albacete (0-3) o de visitante en El Ejido (4-1).

Finalmente, tras empatar 2-2 en Almería en la antepenúltima jornada (con dos goles salvadores de Hidalgo), el Málaga lograba la permanencia matemática una fecha antes del cierre del campeonato. Fue en La Rosaleda contra el Cádiz y, cómo no, con una fuerte dosis de emoción y vértigo por lo cercano que estuvo el descenso de categoría. Acuña adelantó a los gaditanos en el 67' e Hidalgo, quién si no, igualaba la contienda para alivio del malaguismo (el enganche catalán hizo el 1-1 en el 86').

Pese a marcharse en el mercado invernal, Salva Ballesta se erigió como el máximo artillero con 11 goles ligueros. Antonio Hidalgo, con 10 tantos, fue el segundo realizador del equipo. Tanto Salva como Hidalgo anotaron un tanto cada uno en la Copa del Rey.