Temporada 2004-2005
La breve estancia de Juande Ramos en Málaga dejó paso, en el cuarto proyecto malaguista de Serafín Roldán como máximo mandatario del Club, a la apuesta por un consolidado técnico como el jiennense Gregorio Manzano. Sin grandes cambios significativos en el plantel respecto al año anterior, si bien la importante marcha del otrora cedido Salva fue suplida a última hora por los delanteros sudamericanos Amoroso y Wanchope.
El Málaga comenzó relativamente bien el campeonato ofreciendo incluso espectáculo, en especial el día de los golazos, ante el Numancia en La Rosaleda en la 4ª jornada (4-1). Para el recuerdo aquel zambombazo teledirigido de Miguel Ángel, el sombrero y empalme a la escuadra de Wanchope o los deliciosos recortes y fina ejecución de J.J. Luque. La pronta eliminación copera en Lorca (5-2, a partido único) más ocho derrotas en nueve partidos -entre las jornadas 10 y 18-, destacando la más que dolorosa frente a la Real Sociedad en Martiricos (1-5), acabaron con la paciencia de afición y directiva para con un Manzano destituido tras caer en Santander con el Racing (2-1), un 9 de enero de 2005, en la 18ª jornada de Liga.
El estado físico y anímico del plantel era muy bajo y, muchísimos años después, se produjo un relevo en el banquillo durante el transcurso de una temporada. El objetivo, buscar un revulsivo para un equipo en plaza de descenso que tonteaba con el fantasma de la Segunda División. Y se encontró en casa, en la figura del técnico fuengiroleño Antonio Tapia. El preparador del Málaga B ‘ascendía’ al primer equipo tras una brillantísima etapa en el filial malaguista y dotó al Málaga de una capacidad de trabajo, esfuerzo y sentido colectivo realmente excepcionales. Se pasó de ver a un equipo en plazas de descenso a otro con cifras de 'Champions' que batía récords estadísticos de la Entidad.
Tapia debutó con dos triunfos por la mínima (1-0) en La Rosaleda ante dos poderosos como Sevilla y Atlético, que dieron confianza a un equipo que contó con un refuerzo de lujo en el mercado de diciembre: el ariete brasileño Fernando Baiano. Inolvidable el equipo-tipo del Málaga de aquella segunda vuelta liguera, conformado por Arnau; Gerardo, Fernando Sanz, César Navas, Valcarce; Romero, Juanito; Juan Rodríguez, Miguel Ángel, Duda; Baiano.
El cénit de aquel conjunto rocoso, sólido y eficaz llegó con la mejor goleada histórica a domicilio en la élite, un descollante 1-6 en Pamplona frente al Osasuna en la 25ª jornada. Impresionante, 33 puntos en la segunda vuelta, otro récord del Club, y epílogo victorioso en Sevilla la última jornada (0-2) para repetir posición respecto al ejercicio anterior: una más que meritoria 10ª posición.
Fernando Baiano, que llegó como refuerzo en el mercado invernal, acabó como 'pichichi' malaguista con 9 dianas. Wanchope fue el segundo artillero con 6 tantos, mientras que Amoroso y Juan Rodríguez anotaron 5, si bien el centrocampista malagueño sumó dos más en la Copa del Rey.