Las aficiones de Málaga y Granada demostraron este sábado un año más que se puede disfrutar del fútbol en hermandad y sin violencia. Todo un ejemplo de cómo vivir este deporte.
Las aficiones del Málaga CF y Granada CF demuestran cada temporada cómo se puede cambiar una rivalidad de enemistad histórica durante los años 70 a una rivalidad deportiva de respeto mutuo y hermanamiento.
Desde el último ascenso del Granada a Primera División, hace ya cinco temporadas, ambos clubes han protagonizado un cambio radical que podría servir de modelo a todas las aficiones del país. Un milagro de esos que se le atribuyen a este deporte. Un hermanamiento que demuestra que cada afición puede animar a su equipo y disfrutar juntos de la fiesta del fútbol.