El Málaga CF y la UD Ibiza se midieron este domingo, en la jornada 26ª de la Primera Federación, en una Rosaleda que presentó nueva mente una espectacular entrada con 26130 asistentes. La afición, entregada, recibió a su equipo con una lluvia de papelillos en un ambiente único e inigualable.
El conjunto local, que salió de la partida con: A. Herrero; Jokin, Einar, Nelson, Víctor; Genaro, Manu Molina; Ferreiro, Kevin, Dani Lorenzo y Dioni, saltó al césped con las ideas muy claras, dominar el cuero y llevar la iniciativa en ataque.
Los visitantes dispusieron de dos opciones anuladas por fuera de juego. Pese a la invalidez de las jugadas, Herrero protagonizó dos grandes intervenciones para despejar cualquier tipo de duda.
El Málaga CF estuvo muy cerca del gol en el 30’ de juego. Manu Molina filtró un extraordinario pase entre líneas a Dani Lorenzo dejándole solo ante el guardameta. El cancerbero, sin embargo, adivinó la intención del ‘22’ y le impidió el tanto. Finalmente se llegó al descanso con el 0-0 inicial.
Tras la reanudación, el MCF siguió insistiendo en tareas ofensivas, pero en esta ocasión encontró recompensa temprana. En el 48’, Kevin protagonizó una vertiginosa carrera personal a la espalda de la defensa rival y, cuando se plantaba solo ante el portero, fue derribado por una zancadilla de Rubén Díez dentro del área. El colegiado señaló el clamoroso penalti sin contemplación y Dioni se encargó de su ejecución desde los once metros. El delantero resolvió con contundencia y finura incrustando el balón en la escuadra. Un golazo que volcó a La Rosaleda (1-0, 50’).
El cuadro de Pellicer se mantuvo sereno y firme tras el tanto y apenas permitió situaciones de peligro en su portería. Los tres pitidos del colegiado decretaron que los tres puntos se quedaban en La Rosaleda.
