El Atlético Malagueño venció en La Rosaleda por dos tantos a cero al FC Vilafranca en el encuentro de vuelta de la primera ronda de la fase de ascenso a 2ªB. Los de Manel Ruano dominaron la posesión del balón y se aproximaron con peligro al área rival, sin embargo, los tantos no llegarían hasta la segunda parte. Nesyri tuvo dos buenas ocasiones en la primera mitad, pero el ariete marroquí no encontró portería en ninguna de ellas.
Tras el descanso, la superioridad blanquiazul fue a más y los 4.000 malaguistas que acudieron al estadio llevaron en volandas al filial. Kuki aprovechó un rechace dentro del área en el minuto 71 para anotar el 1-0 y poner por delante al Malagueño en la eliminatoria. Seis minutos más tarde (77'), Ontiveros centró al área desde la izquierda un balón que Nesyri mandó con potencia al fondo de la red. Con este gol, el delantero selló el definitivo 2-0 en el electrónico. La tensión se apoderó de los últimos compases del partido y el FC Vilafranca finalizó la eliminatoria con un jugador y su técnico expulsados del terreno de juego.
El Atlético Malagueño conocerá a principios de semana cuál será su próximo rival, con el que disputará la segunda ronda del playoff por el ascenso a Segunda División B.
Ruano, entrenador del filial, atendió a los medios en la zona mixta de La Rosaleda tras el encuentro y comentó que “lo importante en una eliminatoria es pasar, sólo por eso ya podemos estar contentos. Ahora esperamos el sorteo porque esto sigue, no nos podemos parar, aún no hemos conseguido nada”. Además, Ruano también se acordó de los 4.000 malaguistas que acudieron al estadio: “Es de agradecer tanto a la grada única de animación, como a todos los aficionados que hayan venido y que nos han ayudado. La verdad que ha sido muy bonito. No sabemos dónde vamos a jugar, pero si nos ayudan y nos apoyan es mucho más fácil”, explicó el técnico malaguista.
Alberto López, capitán del Malagueño, declaró al pasar por zona mixta que los jugadores estaban “muy contentos por haber pasado esta eliminatoria aquí en La Rosaleda con nuestra afición. Sabíamos que ellos (afición) serían un jugador más y que con su ayuda iba a ser más fácil”.
