El Málaga CF visitó este domingo a la SD Ponferradina arropado por más medio centenar de aficionados que se recorrieron los 916 kilómetros que separan El Toralín del Estadio La Rosaleda la pasada madrugada. Una nueva muestra de un amor incondicional que sigue asombrando al fútbol español.
Con el ambiente a favor, a pesar de jugar a domicilio, los blanquiazules (camiseta negra y pantalón y medias blancas en esta ocasión) saltaron al verde con la intención de imponer su juego.
Los de Pellicer trataron de dominar siendo férreos defensivamente -apenas permitieron ocasiones claras a los locales- e insistentes en el plano ofensivo, encadenando diferentes aproximaciones de gran peligro. Sin embargo, no lograron perforar la portería contraria en los primeros 45’. Con el 0-0 inicial se llegó al descanso.
La afición blanquiazul no permitió que el ambiente decayera tampoco en la segunda parte y siguió apoyando al equipo con sus cánticos en El Toralín.
El Málaga CF estuvo cerca de adelantarse por mediación de Álex Calvo, que entró por Burgos tras el descanso, en el 58’. El canterano disparó con mucha intención desde el vértice del área hacia la escuadra del segundo palo, pero el guardameta rival le adivinó la intención y despejó el potente remate.
Con el correr de los minutos se acompasó el juego de los equipos, si bien se palpaba la tensión por todo lo que había en juego. Los locales, por mediación de Yuri, se adelantaron en el 76’. Y, diez minutos después, el veterano delantero local volvió a marcar para la Ponferradina (2-0, 86’).
El resultado final de 2-0 deja al MCF con 40 puntos en 19ª plaza tras 39 jornadas disputadas, a 8 puntos de los puestos de permanencia en LaLiga SmartBank.
