Diego González sigue trabajando, desde casa. Alrededor de dos horas y media dedica el gaditano a ejercitarse para mantener su buena forma y todo con un gran positivismo y buen humor. “Llevo bastante bien entrenar en casa. Estoy a gusto, no se me hace pesado, me ponga la música en la tele y lo llevo bien. Suelo entrenar unas dos horas o dos horas y media, depende del día y de lo que nos manden los preparadores físicos”, apunta.
“Suelo entrenar solo la mayoría de los días, mi padre se pone a veces con la bici al lado y con mi madre también con la música”, comenta el defensor blanquiazul.
Diego no oculta sus ganas de volver a La Rosaleda y asegura: “Echo de menos entrenar con los compañeros, se echa de menos pisar el césped, el balón, tocarlo. Tengo un poquito de césped en casa, pero claramente no es lo mismo”.