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Entidad

Cuevas del Becerro encabezará el #MálagaRealSporting

El Málaga CF sigue trazando puentes entre el fútbol y la identidad malagueña. Esta vez, la magia se posa sobre Cuevas del Becerro, un rincón escondido entre colinas que será protagonista el sábado en La Rosaleda.

La mirada sensible del artista José Luis Puche se deja llevar por el murmullo del agua para regalarnos una interpretación única de la Fuente del Nacimiento, corazón líquido de este pueblo que emana historia.

El próximo sábado 17 de mayo a las 21:00 horas, La Rosaleda será el escenario donde Málaga CF y Real Sporting de Gijón se medirán en un duelo cargado de emociones correspondiente a la jornada 40 de LALIGA HYPERMOTION. Como protagonista simbólico del encuentro, Cuevas del Becerro ocupará un lugar especial tanto en el cartel del partido como en el brazalete del capitán malaguista, elevando la esencia de la provincia al terreno de juego.

Encajada entre las entrañas de la comarca del Guadalteba, Cuevas del Becerro no es sólo un pueblo: es un suspiro de la tierra. Desde sus 724 metros de altitud, observa silencioso el ir y venir del tiempo, mientras la luz resbala por sus fachadas encaladas como un poema blanco. Su nombre nace de una leyenda, un becerro de oro escondido en sus cuevas, pero lo que brilla aquí de verdad es el alma de su gente.

Los vestigios del pasado brotan entre olivares y cerros. En el Cerro del Castillón, el Neolítico dejó huella, y los romanos encendieron hornos de barro que aún respiran. Hoy, el viajero que camina por sus calles encuentra remansos de calma en la Iglesia de San Antonio Abad, en la misteriosa Cueva del Moro o en la Fuente del Nacimiento, donde el agua emerge como un canto antiguo que no se apaga.

La cocina de Cuevas del Becerro es una carta de amor al campo: embutidos curados al fuego lento del invierno, lomo en manteca que acaricia el paladar, y dulces que guardan el secreto de las abuelas en cada bocado. Todo ello regado con aceite de oliva virgen extra y la miel que destila el sol de la sierra.

En sus fiestas, el pueblo late con fuerza: San Antonio Abad en enero, cuando hasta los animales reciben bendición; las Candelarias en febrero, donde el fuego purifica la noche; y la feria estival, cuando la alegría se derrama por sus calles como vino nuevo.

Y, como si el arte también brotara de las entrañas de la tierra, José Luis Puche vuelve a emocionarnos. Su trazo, siempre honesto, se impregna del aliento del manantial. En esta ocasión, convierte la ruta de las Fuentes en un relicario de memoria y símbolo. Sus cascadas se funden con la piedra y el agua como si hablaran al unísono del alma de un pueblo que, aunque pequeño, es inmenso en significado.

El brazalete del capitán llevará ese legado y, con él, la fuerza de un lugar que nos recuerda que la provincia no sólo se vive, se siente.

¡Málaga CF es provincia!