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Entidad

Cuevas Bajas, junto al equipo en Santander

El Málaga CF fortalece su conexión con los municipios de la Costa del Sol con una obra única de José Luis Puche, que nos envuelve en la esencia de La Casona de Santa Ana de Cuevas Bajas.

El Málaga CF se trasladará a El Sardinero para disputar la jornada 25 de LALIGA HYPERMOTION contra el Real Racing Club. Este emocionante encuentro tomará lugar el sábado 1 a las 21:00 horas y tendrá como protagonista a Cuevas Bajas en el diseño del cartel para el partido y en el brazalete del capitán blanquiazul.

Cuevas Bajas se alza en el noreste de Málaga, entre la Campiña de Córdoba y los olivares que dibujan su horizonte. A orillas del río Genil y bajo la mirada del cerro de La Cruz, la vida en esta pintoresca localidad transcurre al ritmo pausado de lo auténtico.

Atesora una historia que se remonta al Paleolítico, con vestigios de cazadores y pescadores en sus tierras. Durante la época romana, la Vía Antoniana atravesaba su territorio, dejando tras de sí termas, mosaicos y restos de villas que reflejan su esplendor agrícola. En la Edad Media, formó parte de las Cuevas de Belda, siendo testigo de la conquista cristiana y el posterior reparto de tierras. Su identidad comenzó a tomar forma en el siglo XVIII, hasta lograr su independencia de Antequera en 1819.

Cuevas Bajas es un lugar que florece en primavera, cuando el valle del río Genil se llena de verdes intensos y colores vivos. La iglesia de San Juan, un tesoro del siglo XVII, cautiva con su arquitectura simple pero elegante. Paseando por la calle Real y la plaza de la Reja, se descubren joyas como la Casa de los Cristales y la Casa de Felipe Quintana, además de la antigua venta de Juan González, un rincón que guarda las leyendas de los bandoleros del XIX.

La cocina del municipio está marcada por la sencillez y la riqueza de sus productos locales. La zanahoria morá, exclusiva de la localidad, es el acompañante perfecto de las migas, un plato tradicional que se disfruta con uvas, aceitunas y otros productos del campo. En los días calurosos, la porra fría refresca el paladar con su sabor intenso de tomate y jamón. Los dulces como los roscos de vino y las tortas de aceite son imprescindibles, y para finalizar, el resoli, una bebida casera de anís y café.

Si te encanta disfrutar de las pequeñas tradiciones que hacen la vida más especial, la localidad tiene unas fiestas que te robarán el corazón. El 2 de febrero, la Candelaria se convierte en una noche mágica, con hogueras, muñecos de trapo y risas alrededor del fuego. Al día siguiente, San Blas trae consigo el dulce ritual de regalar roscas de pan atadas con un lazo, una tradición que une a la comunidad. Y en diciembre, el primer domingo, es el turno del Día de la Zanahoria Morá, una celebración llena de sabores auténticos, con migas, embutidos, vino y resoli, para saborear cada momento.

El cartel del próximo partido contra el Real Racing Club y el brazalete de nuestro capitán son auténticas piezas de arte creadas por el talentoso José Luis Puche, quien ha logrado plasmar la esencia de los municipios malagueños de manera única. En esta ocasión, su obra nos lleva directamente a La Casona de Santa Ana, el edificio más señorial del pueblo, con una fuerte influencia de la época barroca y renacentista.